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La Campaña

Objetivos de la campaña:


Educar para transformar la realidad es una de las líneas de acción de la ONGD Madre Coraje que, junto a un grupo de jóvenes periodistas y profesionales de la comunicación ha puesto en marcha esta campaña con el objeto de:


Dar a conocer y sensibilizar a la ciudadanía sobre la magnitud de la problemática de la pérdida y el desperdicio de alimentos en el mundo y especialmente en nuestros hogares.
Contribuir a la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, y muy especialmente al logro de los objetivos 2 ‘Hambre Cero’ y 12 ‘Producción y consumo responsable’ ofreciendo alternativas que contribuyan a minimizar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Implicar a los medios de comunicación en la labor informativa y de concienciación.

¿Qué es la Agenda 2030?



La Agenda 2030 es un plan de acción mundial impulsado por los países miembro de las Naciones Unidas. Contempla 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad en el año 2030.

Existen dos objetivos de la agenda que abordan directamente la cuestión:



Objetivos Hambre Cero

El hambre sigue siendo uno de los desafíos más urgentes del desarrollo a pesar de que el mundo produce alimentos más que suficientes. Asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos es una meta del ODS 2.




«Recuperar tan solo la mitad de lo que se pierde o desperdicia podría bastar para alimentar al planeta. (fao.org)»




Mapa del hambre en el mundo

Estados Unidos y Europa
14,7 millones de personas
América Latina y El Caribe
34,3 millones de personas
África
232,5 millones de personas
Oceanía
1,4 millones de personas


Producción y consumo responsable

ODS 12. PRODUCCIÓN Y CONSUMO RESPONSABLES: Reducir a la mitad la pérdida y desperdicio mundial de alimentos per cápita es una de las metas de este objetivo que también se relaciona con la reducción de los residuos.




«De la cantidad total global de residuos que se producen, un 44% es desperdicio alimentario (comida y fracción vegetal). (World Bank, 2018)



Pero, incidir en la pérdida y el desperdicio de alimentos contribuye directamente a otros ODS:

 


Acción por el clima

Cuando desechamos alimentos, éstos acaban en el vertedero, produciendo en su descomposición gas metano que es hasta 23 veces más nocivo que el CO2.



«Según el informe ‘Cambio Climático y tierra’ del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC),la pérdida y desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8 y el 10% de todas las emisiones de efecto invernadero que genera el ser humano.»



Según la FAO, el desperdicio de alimentos es el tercer productor mundial de gases de efecto invernadero después de China y Estados Unidos

Al mismo tiempo,reducir el despilfarro de alimentos impactaría positivamente en múltiples aspectos medioambientales, sociales y económicos. Por ejemplo, conduciría a un uso más eficiente de la tierra y una mejor gestión de los recursos incluido el agua así como a disminuir los impactos negativos en la biodiversidad del planeta.





Ojo AL DATO: El 28% de la superficie agrícola del mundo se usa anualmente para producir alimentos que se desperdician, según denuncia la FAO.


También contribuiría a asegurar los medios de vida de las personas, a mejorar la salud y a evitar conflictos derivados de la escasez de recursos.





Conclusión

En definitiva, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos tendría un efecto positivo en la vida de las personas y el planeta.